Los suelos arenosos son suelos granulares que contienen pequeñas partículas de roca y minerales. La textura de los suelos arenosos suele ser arenosa. Este suelo se siente como si está seco o húmedo.
Los suelos arenosos son el resultado de la erosión y desintegración de una variedad de rocas como el granito, la piedra caliza y el cuarzo. Este tipo de suelo es fácil de cultivar pero, ya que permite más drenaje del necesario, es importante regarlo regularmente, especialmente durante los días de verano. Como los suelos arenosos no permiten que el agua se acumule alrededor de las raíces, son una buena opción para las plantas que tienen una tendencia a sufrir caries en las raíces.