La antigua India tenía un gobierno altamente nómada que se basaba principalmente en las tribus y el movimiento. Con el tiempo, estas tribus se establecieron en pequeños grupos a medida que se desarrollaba su agricultura. Estos grupos aún se dividían según las líneas tribales y estaban encabezados por el rey, al que la cultura india se refería como un raja. Con el tiempo, estas tribus agrícolas se convirtieron en reinos más grandes con sus propios conjuntos de políticas y políticas gubernamentales.
La principal motivación de las tribus para establecerse y formar grupos no nómadas en la antigua India fue el desarrollo de la agricultura, que les permitió trabajar la tierra en lugar de viajar y cazar. Una vez establecidos, los asentamientos indios se convirtieron en repúblicas y reinos encabezados por líderes políticos. Incluso en la antigüedad, había algunos elementos democráticos en estos gobiernos. El raja era el jefe supremo de todas las ramas. Sin embargo, hubo muchos funcionarios diferentes que ayudaron al raja con consejos burocráticos. Las decisiones finales fueron finalmente dejadas al raja.
En ese momento también había funcionarios civiles y militares, que recibían un salario anual. Estos funcionarios asumieron una serie de diferentes tareas burocráticas y de mantenimiento de registros, como el registro de la información del censo y los ingresos y gastos de los gobiernos en formación. Algunos de estos grupos gubernamentales incluso tenían espías en su nómina para participar en espionaje contra otros grupos.