El cuerpo humano se calienta durante y después del ejercicio debido a una reacción química causada por los músculos que queman grasas y carbohidratos. Los músculos producen una energía, y parte de ella no se convierte eficientemente en energía mecánica. Según HowStuffWorks, esto conduce a un exceso de calor dentro del cuerpo.
HowStuffWorks explica que los vasos sanguíneos se dilatan debido a este exceso de calor, lo que provoca un aumento del flujo sanguíneo bajo la piel. Este calor se evapora de la piel hacia el aire. Es por eso que la piel se siente caliente durante o después de un entrenamiento. Este calor también hace que los poros suden en un intento de bajar la temperatura central del cuerpo.