Posar con una mano metida en el chaleco o chaleco era considerado un signo de buena crianza para los hombres en la era de Napoleón. La postura está asociada con Napoleón debido a la famosa pintura "Napoleón en su estudio".
La pintura más famosa de Napoleón en esta pose, "Napoleón en su estudio" de Jacques-Louis David, no fue pintada por el mismo Napoleón, pero fue encargada por Alexander Douglas, un noble escocés que admiraba a Napoleón. Napoleón ni siquiera se sentó para este retrato. David pintó su imagen de memoria. Napoleón también aparece en esta pose en varias otras obras de David.
La postura de la mano en el chaleco fue utilizada a menudo por los hombres de alto nivel en Inglaterra en el siglo XVIII. Era tan conocido como haberse convertido en un cliché. El libro de Francois Nivelon de 1738, "Un libro de comportamiento de Genteel", afirmaba que la postura evocaba "audacia masculina moderada con modestia". La postura se remonta a la antigua Grecia, donde fue una postura para oradores recomendada por Aeschines, el fundador de una escuela de retórica. Afirmó que era grosero hablar con un brazo fuera de la toga. Las teorías han afirmado que Napoleón mantuvo su mano dentro de su chaleco debido a dolor de estómago, cáncer de mama, una mano desfigurada o una enfermedad de la piel. Sin embargo, ninguno de estos tiene validez histórica.