Las antiguas culturas crearon momias por motivos religiosos, según el Museo Británico. Los egipcios comenzaron a momificar a sus muertos alrededor del año 3500 a. C. Pero tardó casi mil años en perfeccionar su técnica. Las primeras momias egipcias completamente preservadas fueron creadas alrededor del 2400 AC. Estas se llaman momias antropogénicas porque fueron creadas intencionalmente. El Museo Británico afirma que muchos cadáveres más antiguos se preservaron de forma natural mediante el entierro en fosas de arena seca y caliente.
La deshidratación fue la clave de la antigua momificación egipcia, según el experto N.S. Branquia. Inspirados por las momias naturales preservadas en tumbas arenosas, los egipcios aprendieron que quitar los órganos internos era vital para preservar el resto de un cadáver. Después de extraer los órganos, los momificadores enjuagaron las cavidades torácica y abdominal con vino y especias. Según la Enciclopedia Smithsonian, el corazón no se eliminó porque los egipcios creían que contenía la esencia y la inteligencia de la persona y que necesitaba permanecer completo para su uso en el más allá.
Cada uno de los órganos internos se escindió cuidadosamente, se deshidrató durante 40 días y se envolvió en un paño. Luego se reinsertaron en la momia o se guardaron en recipientes de barro y se sepultaron junto al cuerpo.
Después de procesar los órganos internos, los momificadores ataron al cadáver en lino y lo decoraron con amuletos y talismanes para evitar las fuerzas del mal y la infelicidad en la próxima vida. El paso final en el proceso de momificación fue un baño de resina. La capa de resina seca hizo que la momia fuera impermeable a la humedad ambiental.