El comercio transahariano fue el tránsito de mercancías entre el África subsahariana y los mundos árabes y europeos del norte. Los bienes incluían metales preciosos, como el oro, y esclavos. La ruta comercial estaba en funcionamiento entre los siglos VII y XIV, ampliando la ruta comercial más establecida de la Ruta de la Seda entre Europa y Oriente Medio.
El oro fue uno de los recursos más buscados de los países subsaharianos, como el antiguo Reino de Ghana y las regiones de Sudán. A cambio, las naciones europeas intercambiaron sal.
El modo de transporte para los comerciantes bereberes transaharianos eran las caravanas de camellos. La ruta comercial también facilitó el intercambio cultural entre africanos y árabes, promoviendo la propagación del Islam.