La decisión de los estados del sur de separarse de la Unión Federal fue en gran parte una respuesta a la amenaza de abolición o restricción del trabajo esclavo, que sustentó muchos de los sistemas sociales y laborales de estos estados. Aunque inicialmente incómodo Con la idea de una secesión completa, John C. Calhoun (el portavoz principal de los estados esclavistas) creció en confianza después de la Guerra de México y las adquisiciones de tierras de la misma.
La muerte de Calhoun, sin embargo, llevó a un calmante de tensiones entre el Norte y el Sur, y se estableció un compromiso que permite a muchos estados del sur conservar sus leyes laborales sobre esclavos.
Fue cuando surgió la pregunta de si Kansas debería ingresar a la Unión como estado esclavista o como estado libre cuando se invocó nuevamente la amenaza de secesión. Los líderes del sur temían que la emancipación fuera nuevamente una posibilidad, particularmente después de una victoria republicana en 1860. Carolina del Sur fue el primer estado en declarar su compromiso de secesión si el partido republicano asumió el poder. Si bien otros estados consideraron prudente esperar y ver qué postura tomaría el nuevo gobierno sobre la esclavitud, todos apoyaron la secesión como una respuesta legítima a su interferencia.
Abraham Lincoln, después de asumir el cargo en 1861, en realidad intentó hacer un nuevo compromiso con los estados fronterizos, permitiendo que continúe la esclavitud legal. Sin embargo, la perspectiva de comenzar una nación nueva y separada, libre de cualquier interferencia del norte, galvanizó a muchos estados del sur detrás del gobierno Confederado.