Situada entre los ríos Tigris y Éufrates, la región mesopotámica es conocida como la "cuna de la civilización". Los desarrollos que le valieron a Mesopotamia este apodo incluyen la ciudad, la rueda, el riego, la escritura y el velero. Los imperios mesopotámicos también desarrollaron de manera independiente instituciones complejas como un sistema legal, un sistema educativo y un gobierno.
Código legal
El código legal de Hammurabi, que llegó al poder como rey de Babilonia en 1750 aC, fue fundamental para moldear el gobierno de Babilonia. Hammurabi a menudo se llamaba "bani matin" o "constructor de la tierra", debido a la importancia que otorgaba a las obras públicas y los proyectos de infraestructura. Su código legal difería de los códigos anteriores en su énfasis en aclarar las violaciones y sus consecuencias. Si bien los códigos legales anteriores se habían basado en una comprensión compartida del comportamiento adecuado, el código de Hammurabi definía claramente el estándar de comportamiento y los castigos que los ciudadanos incurrirían por infringir las leyes. El código hizo hincapié en la justicia retributiva, en la que el castigo por infringir una ley se adaptó específicamente al delito cometido.
Educación y religión
Las ciudades mesopotámicas fueron de las primeras en construir instituciones como iglesias y sistemas educativos. En toda la región, el intelecto y el aprendizaje fueron muy valorados, y muchos filósofos y sacerdotes vinieron a Mesopotamia para estudiar. Había muchas escuelas donde los estudiantes podían estudiar materias tan variadas como medicina, derecho, escritura, astrología y religión. También había numerosos templos en las ciudades mesopotámicas, y la mayoría de la región conocía las historias y las tradiciones religiosas. La gente mesopotámica creía en un panteón de más de 1.000 dioses, y había muchas parábolas e historias religiosas bien conocidas.
Gobierno
Mesopotamia fue uno de los primeros lugares donde los humanos se reunieron para vivir en grandes ciudades. Esto llevó a una serie de nuevos problemas, como la forma de proporcionar alimentos a todos, cómo defenderse contra los enemigos y cómo determinar quién da las órdenes. En las aldeas pequeñas, todos cultivaban o pescaban, luchaban contra los merodeadores y el líder era elegido más o menos democráticamente o por herencia. En las ciudades, resultó más efectivo tener un rey que dirigía una burocracia de administradores calificados. Con diferentes culturas mezcladas en estas ciudades en crecimiento, las normas culturales fueron desplazadas o formalizadas por códigos legales que todos podían entender y respetar. Estos códigos fueron escritos pronto. Los códigos legales condujeron a un sistema judicial para hacerlos cumplir, y a una fuerza policial para garantizar que las sentencias de los tribunales se hicieron cumplir.
El gobierno de Mesopotamia rápidamente encontró más problemas que necesitaban reparación. Las inundaciones llevaron a un programa de obras públicas en el que los ciudadanos donaron obras para construir diques. Pronto, los funcionarios del gobierno se dieron cuenta de que sería más eficiente pagar a los especialistas para construir estas y otras estructuras similares, por lo que, en lugar de requerir trabajo, crearon un sistema de impuestos que también enriqueció al rey, a los recaudadores de impuestos ya los sacerdotes. A medida que las ciudades mesopotámicas crecían en tamaño, una civilización compleja se desarrolló a su alrededor.