Es importante controlar la frecuencia cardíaca mientras hace ejercicio porque cuando la frecuencia cardíaca es demasiado alta, la persona trabaja demasiado en el cuerpo y el corazón, pero si la frecuencia cardíaca es demasiado baja, la persona no ingresa un entrenamiento de calidad, de acuerdo con la American Heart Association. Cuando las personas pasan el tiempo haciendo ejercicio sin aumentar su ritmo cardíaco de manera adecuada, tienen menos probabilidades de alcanzar sus objetivos de salud y bienestar, según la Clínica Mayo.
Para las personas que recién comienzan a entrenar, se recomienda trabajar con una intensidad de ejercicio moderada en lugar de una intensidad de ejercicio vigorosa. La zona de intensidad moderada es de 50 a 70 por ciento de la frecuencia cardíaca máxima, mientras que la zona de intensidad vigorosa es de 70 a 85 por ciento de la frecuencia cardíaca máxima, según la Clínica Mayo. Para determinar la frecuencia cardíaca máxima, la American Cancer Society ofrece una calculadora de frecuencia cardíaca objetivo.
El monitoreo de la frecuencia cardíaca también es importante para las personas con afecciones cardíacas y para las personas que se están sometiendo a una terapia de rehabilitación cardíaca, señala la American Heart Association. Estas personas necesitan controlar sus corazones para asegurarse de no estresar demasiado el corazón, ya que esto puede llevar a problemas cardíacos adicionales. También se recomienda que las personas con afecciones cardíacas hablen con sus médicos y fisioterapeutas para determinar las actividades físicas más adecuadas y no amenazantes. La frecuencia cardíaca se puede monitorear tomando el pulso o usando un equipo de monitoreo de la frecuencia cardíaca, que tomará el pulso automáticamente.