Los eruditos creen que Julio César tuvo epilepsia, y puede haber sufrido ataques de ausencia durante su infancia y adolescencia. Otros expertos sostienen que tenía migrañas, mientras que otros afirman que estaba plagado de hipoglucemia, una enfermedad que puede provocar convulsiones.
Ha habido casos en que Julio César pudo haber sufrido ataques parciales complejos. Un ataque ocurrió cuando escuchaba hablar a Cicerón, y hubo otro incidente mientras era coronado por el Senado. También tuvo episodios en el norte de África y España, incluidos otros ataques durante sus campañas militares. Los eruditos creen que César pudo haber tenido una infección por tenia en el cerebro que causó sus ataques epilépticos, mientras que otros expertos creen que puede haber tenido epilepsia del lóbulo temporal. Su padre y su hijo también pueden haber padecido epilepsia.