La arenisca se convierte en una dura roca metamórfica llamada cuarcita. La cuarcita se forma cuando la arenisca pasa por la metamorfosis bajo un intenso calor y presión. La cuarcita es en su mayoría blanca o gris, y se rompe en capas uniformes para revelar superficies vítreas con arena visible y granos de cuarzo.
La cuarcita se extrae en estados como Nueva York, Pensilvania, Idaho y Dakota del Sur. Debido a su dureza y densidad, la cuarcita representa solo el 6 por ciento de todas las rocas trituradas procesadas en los Estados Unidos anualmente. Sin embargo, su atractivo patrón de cuarzo la convierte en una piedra de dimensión popular para paredes, pisos, escalones y tejas.