La ley de tolerancia, generalmente llamada ley de tolerancia de Shelford, establece que las necesidades de un organismo deben estar dentro de un rango de límites aceptables, o el organismo tendrá dificultades para sobrevivir. Por ejemplo, un animal Requiere entre 10 y 20 gramos de comida al año para sobrevivir. El punto esencial de la ley es que los organismos pueden adaptarse a diferentes condiciones, dentro de límites más bien rígidos.
La ley de tolerancia se puede aplicar a todos los aspectos de la vida de un organismo. Por ejemplo, un animal heliotérmico puede requerir una cantidad mínima de horas dedicadas a tomar el sol para prosperar. Por encima de esta cantidad mínima, el organismo puede ajustar su comportamiento y fisiología para adaptarse al aumento de la luz solar disponible. Sin embargo, si la cantidad de luz solar aumenta más allá del máximo establecido por la ley de tolerancia, el organismo puede no prosperar.
Los alimentos disponibles, los socios reproductores, el oxígeno o cualquier otro número de otros requisitos que un organismo necesita están sujetos a la ley de tolerancia. Si la ley de tolerancia no era una descripción precisa del mundo real, los organismos pueden tener requisitos exactos para la vida. Por ejemplo, un animal puede requerir exactamente 10.75 gramos de alimento por año, en lugar de 10 gramos u 11 gramos de alimento.