Gregor Mendel contribuyó al campo de la herencia al descubrir que ciertos rasgos se heredan y se transmiten a generaciones sucesivas. Mendel realizó varios estudios, utilizando guisantes como sus sujetos, durante un período de varios años. Examinar la transferencia de rasgos de una generación a la siguiente. En última instancia, Mendel descubrió que los rasgos se transmiten de padres a hijos; algunos rasgos siguen siendo dominantes a lo largo del tiempo, mientras que otros son recesivos.
Mendel sirvió al mismo tiempo como monje, jardinero y científico. Cuando no atendía sus deberes religiosos ni cuidaba de su propio jardín, Mendel pasaba su tiempo libre en su laboratorio experimentando sobre la transferencia de genes. Él usó los guisantes como sujetos porque estaban fácilmente disponibles, y resultó ser mucho más práctico para estudiar que los humanos y los animales. Mendel finalmente descubrió que los rasgos pasan de generación en generación como genes dominantes y recesivos; sus trabajos generaron una gran actividad en el campo de la genética y la herencia, mientras que otros investigadores y científicos se apresuraron a replicar los resultados en otras especies, incluidas las plantas y los animales, con el fin de verificar los resultados de Mendel. Los estudios de Mendel tardaron ocho años en completarse e incluyeron el análisis de más de 300,000 plantas individuales; sus hallazgos finalmente dieron origen a la primera de varias leyes de la herencia.