Los dos tipos de médula ósea son rojo y amarillo, según Medscape. La médula amarilla contiene una preponderancia de grasa, mientras que la médula roja contiene menos tejido graso y ayuda en la creación y desarrollo de glóbulos rojos.
La médula ósea es responsable de producir nuevas células sanguíneas, así como grasa, cartílago y hueso, según Medical News Today. El tejido de la médula ósea que produce las células sanguíneas se llama hemopoyético y es rojo, mientras que el tejido que produce grasa y hueso se llama estromal y es amarillo.
Marrow puede generar nuevas células porque contiene células madre somáticas, que pueden convertirse en cualquier tipo de célula, afirma el Centro de Aprendizaje de Ciencias Genéticas de Utah. Esto permite que la médula se regenere, produciendo nueva médula que puede eliminar enfermedades. Para tratar la leucemia, un cáncer de glóbulos blancos llamados leucocitos, los médicos a veces eliminan la médula enferma de un paciente y la reemplazan con una médula sana de un donante. La nueva médula se expande por todo el cuerpo del paciente y produce leucocitos saludables.
La médula roja produce todos los glóbulos rojos, la mayoría de los glóbulos blancos y plaquetas, afirma Medscape. El único tipo importante de células sanguíneas que no se producen en la médula son los linfocitos T, un tipo especial de glóbulos blancos que las células madre producen en el tejido linfático. La médula amarilla sirve principalmente para almacenar grasa y para generar nueva grasa, cartílago o hueso. También estimula la producción de sangre.
Aunque los dos tipos de tejido son distintos, se pueden convertir de uno a otro, afirma Medscape. Toda la médula en los recién nacidos es roja, pero se convierte lentamente en médula amarilla como consecuencia del envejecimiento. La médula amarilla se puede volver a convertir en médula roja cuando se pierden grandes cantidades de sangre. En la vejez, más y más médula roja se convierte en amarillo, lo que dificulta la producción de sangre.