Alejandro Magno medía aproximadamente 5 pies de altura, que era la altura promedio de los hombres griegos de ese período. Debido a su estatura promedio, Alejandro y sus compañeros se refirieron a ciertas personas más altas que se encontraban en sus viajes como gigantes.
Cuando Alexander se encontró con el rey indio Porus, fue golpeado por la altura del hombre de 7 pies, y el biógrafo de Alexander pensó que el hombre alto se vería tan apropiado para un elefante como lo haría un hombre griego en un caballo. Más tarde, Alexander conoció a los celtas que, con un promedio de entre 6 pies y 6 pies y 6 pulgadas, no eran tan altos como Porus. No obstante, los griegos de 5 pies de altura pensaron que estos hombres eran lo suficientemente altos como para rascar el cielo con la espalda.