Los seis nutrientes esenciales son carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua. Estos nutrientes son necesarios para el crecimiento y desarrollo normal de un cuerpo sano. El cuerpo no puede sintetizar estos nutrientes por sí solo, por lo que deben incluirse como parte de una dieta.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía en el cuerpo. Forman la mayor parte de los alimentos almacenados en el cuerpo para producir energía. También son importantes en la oxidación de grasas y se pueden convertir en proteínas. Las fuentes de carbohidratos incluyen vegetales con almidón, azúcares, granos y frutas.
Las proteínas son los componentes estructurales primarios de las células. Son responsables de reparar y construir células del cuerpo. Las fuentes de proteínas incluyen frijoles, huevos, carne y productos lácteos. Todas las enzimas involucradas que catalizan las reacciones metabólicas en el cuerpo son proteínas naturales.
Las grasas son esenciales para hacer hormonas y esteroides. También sirven como disolventes para vitaminas y hormonas solubles en grasa. Los alimentos que contienen ácidos grasos omega-3, como el pescado y las nueces, son saludables para el cuerpo porque promueven el crecimiento y el desarrollo. Una persona debe limitar el consumo de grasas saturadas, ya que pueden ocasionar problemas de salud.
Las vitaminas son en su mayoría coenzimas que mejoran el funcionamiento normal de las enzimas. La vitamina K mejora la coagulación de la sangre, la vitamina C y E actúan como antioxidantes y la vitamina D mantiene la homeostasis del calcio.
Los minerales son iones inorgánicos necesarios para la activación de enzimas. El sodio desempeña un papel crucial en el mantenimiento del volumen de líquido dentro y fuera de las células y ayuda a que las células funcionen normalmente. El potasio previene el aumento excesivo de la presión arterial, que puede resultar de la ingesta excesiva de sodio. El calcio ayuda a mantener y formar huesos y dientes fuertes.
El agua transporta nutrientes a las células y mantiene la homeostasis en el cuerpo humano. También juega un papel importante en la eliminación de desechos del cuerpo a través de la orina. Los adultos deben beber de seis a ocho vasos de agua al día para mantenerse saludables. Aquellos que desean perder peso pueden beber un vaso de agua antes de las comidas para sentirse más llenos.
