Algunas formas no convencionales de energía incluyen energía solar, energía geotérmica, energía eólica y energía hidroeléctrica. Cada forma de energía tiene sus ventajas y desventajas. Las formas no convencionales de energía, también conocidas como recursos energéticos alternativos, se buscan para reducir los contaminantes y toxinas que se liberan en el medio ambiente a partir de la producción de energía convencional.
La energía solar es un recurso renovable y dura mientras el sol brille y genere calor. Sin embargo, el hecho de que dependa del sol lo convierte en una forma de energía menos ventajosa para quienes viven en regiones con un clima frecuentemente nublado.
La energía geotérmica tiene el potencial de ser muy respetuosa con el medio ambiente, ya que no produce subproductos dañinos si se produce correctamente. Sin embargo, las fallas en su producción pueden producir contaminantes, y las técnicas de perforación inadecuadas liberan sustancias químicas peligrosas de la Tierra.
La energía eólica es renovable. Sin embargo, la energía eólica es intermitente y es necesario que se forme una corriente continua para producir energía eficiente. La energía hidroeléctrica está virtualmente libre de peligros, ya que no se requieren químicos para producirla. También es un recurso muy renovable, ya que el agua utilizada para generar energía puede ser utilizada nuevamente. El principal inconveniente de la energía hidroeléctrica es el costo que implica la construcción de la instalación para producirla. Las represas donde se genera la energía son costosas de construir.