Los meteorólogos utilizan el Índice de elevación (LI) para estimar el potencial de la atmósfera para producir tormentas eléctricas severas. El Índice de elevación mide la temperatura del aire en ascenso en la atmósfera para determinar la probabilidad de tormenta eléctrica. Las imágenes satelitales también se utilizan para rastrear tormentas eléctricas.
Según Weather Online, las tormentas eléctricas se forman cuando los paquetes de aire se elevan a través de la atmósfera después de ser calentados por el sol. Después de que el aire se eleva, comienza a enfriarse, lo que produce condensación y la formación de cúmulos. A medida que el aire continúa viajando verticalmente, la nube cúmulo se transforma en una nube cumulonimbus. Las nubes cumulonimbos son capaces de producir fuertes vientos, truenos, rayos, lluvias intensas y tornados. Pueden alcanzar alturas de hasta 20 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
Hay dos tipos de tormentas eléctricas: tormentas de masa de aire y tormentas severas. Las tormentas de masa de aire son las tormentas más comunes. Ocurren más comúnmente en los trópicos donde el calentamiento por convección del aire húmedo de la superficie ocurre durante todo el año. Las tormentas severas ocurren con menos frecuencia que las tormentas de masa de aire, pero a menudo tienen un clima severo asociado con ellas. Estos tipos de tormentas eléctricas suelen ir acompañados de vientos muy fuertes y relámpagos frecuentes. En algunos casos, una tormenta eléctrica severa también puede tener un tornado o granizo.