Los metaloides son elementos con propiedades de metales y no metales. Sus energías de ionización y electronegatividades están entre las de metales y no metales, y sus propiedades en las reacciones químicas dependen de los otros reactivos.
No todas las fuentes científicas están de acuerdo en qué elementos son metaloides. Los metaloides comúnmente acordados son el boro, el silicio, el germanio, el arsénico, el antimonio y el telurio; El polonio, el selenio y la astatina también se incluyen como metaloides. El carbono y el aluminio rara vez se incluyen debido a sus posiciones en la tabla periódica.
Debido a que su conductividad eléctrica cae entre la de los metales conductores y los no metales aislantes, los metaloides son útiles para aplicaciones electrónicas. El silicio se usa ampliamente como semiconductor en chips de computadora debido a su abundancia y la facilidad de fabricación de los materiales a partir de él. El boro, el germanio, el arsénico y el antimonio también se usan como semiconductores, aunque con menos frecuencia que el silicio.
Los metaloides también se utilizan para la producción comercial de vidrio, almacenamiento óptico, fuegos artificiales y medicamentos. El silicio y el boro son elementos traza esenciales para los humanos; los otros metaloides son tóxicos para los humanos o no tóxicos pero no esenciales. El arsénico es altamente tóxico, pero se usa para fabricar medicamentos para combatir el cáncer y las infecciones parasitarias. El antimonio se usa para medicamentos antiparasitarios, mientras que los compuestos de teluro son medicamentos antimicrobianos efectivos.