Las moléculas anfipáticas son moléculas que tienen porciones polares y no polares en su estructura. Los compuestos químicos que presentan estas moléculas son esenciales para una gran cantidad de procesos biológicos e industriales.
Los jabones, detergentes y lipoproteínas son ejemplos de moléculas anfipáticas. La porción no polar de una molécula anfipática es hidrófoba, lo que significa que es repelida de las moléculas de agua. Esta parte no polar también es lipofílica, lo que significa que es atraída por otras moléculas orgánicas. La parte no polar suele ser un hidrocarburo de cadena larga.La porción polar de la molécula puede estar compuesta de diferentes grupos radicales que incluyen carboxilatos, sulfatos, fosfatos y sulfonatos. Esta parte polar se comporta de una manera que es casi opuesta a la parte no polar, ya que es atraída por el agua y repelida por las moléculas polares.
Los compuestos anfipáticos a menudo tienen varias partes lipófilas y varias hidrófilas unidas a un esqueleto central de carbono. Los fosfolípidos son una clase de molécula anfipática que es esencial para la vida. Estas moléculas son el principal componente de las membranas biológicas. El comportamiento anfipático específico de las moléculas de fosfolípidos está determinado por la forma en que se combinan. Otras moléculas anfipáticas biosintetizadas importantes son el colesterol y los glicolípidos.Las moléculas anfipáticas artificiales pueden adaptarse para atraer y exfoliar especies orgánicas no deseadas, lo que les permite funcionar como surfactantes.