Algunos aspectos negativos de las dietas bajas en grasas incluyen el fomento del consumo de alimentos dañinos, el aumento de los triglicéridos, la evitación de alimentos saludables y la reducción del HDL o colesterol "bueno". Además, las dietas bajas en grasa pueden disminuir los niveles de testosterona y pueden conducir a enfermedades del corazón.
Aunque los fabricantes pueden tener en mente las mejores intenciones de las personas, no se puede negar que los productos con la grasa extraída no saben tan bien. Para compensar esto, los productores a menudo empacan estos alimentos "bajos en grasa" con azúcar. El resultado de esto es que los alimentos etiquetados como "bajos en grasa" pueden contener una cantidad dañina de azúcar. Las dietas bajas en grasa también promueven el consumo de trigo integral y aceite vegetal. El trigo integral, que contiene gluten, provoca una reacción adversa en algunas personas, mientras que los aceites vegetales se asocian con la inflamación y las enfermedades cardíacas a largo plazo.
Los niveles altos de triglicéridos también pueden conducir a enfermedades del corazón. Las dietas bajas en grasa, que generalmente son altas en carbohidratos, a menudo elevan el nivel de triglicéridos de un individuo. Como las dietas bajas en grasa pueden contener alimentos dañinos, también pueden promover la eliminación de alimentos saludables, como los huevos, la carne y los productos lácteos, que son fuentes excelentes de vitaminas y minerales necesarios. En términos de colesterol HDL, o "bueno", comer grasa en realidad puede elevar estos niveles, mientras que los estudios han demostrado que una dieta baja en grasas los reduce.