Algunas frutas amargas incluyen toronjas, melones amargos, aceitunas, manzanos y naranjas amargas. Algunas frutas amargas menos conocidas incluyen sandcherries, buffaloberries y las bayas del árbol de fresno de montaña. Estas bayas, sin embargo, tienen un efecto tóxico cuando se comen en grandes cantidades y deben consumirse con precaución.
Aunque las frutas amargas tienden a tener un sabor indeseable cuando se comen solas, pueden ofrecer beneficios para la salud. Las frutas amargas, los vegetales y las hierbas estimulan la digestión y aumentan la absorción de nutrientes. Las frutas amargas también contienen nutrientes que combaten los radicales libres, ayudan en la desintoxicación natural y estimulan el metabolismo y la función del sistema inmunológico. Los profesionales de la medicina ayurvédica también creen que las frutas amargas ayudan a perder peso al reducir los antojos de los dulces y la retención de agua.