Según Healthy Place, una deficiencia persistente de agua puede causar depresión; síndrome de fatiga crónica; diabetes dependiente de la insulina; lupus; esclerosis múltiple; distrofia muscular; esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig; Enfermedad de Parkinson; y la enfermedad de Alzheimer. Una deficiencia de agua también se conoce como deshidratación.
Según la Clínica Mayo, la deshidratación severa puede provocar lesiones por calor, desde calambres hasta un golpe de calor; hinchazón del cerebro; convulsiones presión arterial baja; shock causado por el bajo volumen de sangre; insuficiencia renal; coma; y la muerte. Un médico puede realizar análisis de sangre y análisis de orina para determinar si un paciente sufre deshidratación.