La dinastía Abbasid vio una época dorada en la que Bagdad y Samarra funcionaron como capitales culturales y comerciales del mundo islámico. Fue durante este período que surgió un estilo hermoso y distintivo de arte y arquitectura que se extendió por todas las tierras musulmanas.
La dinastía abasí existió entre los años 750 y 1258 d. C., con una duración de más de 500 años. Fue el punto focal de toda la vida política y cultural islámica.
La dinastía Abbasid vio la construcción de muchas mezquitas y edificios importantes, incluida la Mezquita de Abu Dulaf y la legendaria Gran Mezquita de Samarra, que fue la mezquita más grande del mundo. Cuenta con un vasto minarete que mide más de 100 pies de altura.
Los arquitectos abasíes también completaron la famosa Puerta de Bagdad en el siglo VIII y la fortaleza Al-Ukhaidir, que recibió el estatus de Patrimonio Mundial de la UNESCO el 7 de julio de 2000.