Una de las debilidades más cruciales del ejército de la Unión fue su falta de generales con experiencia. La mayoría de los colegios militares se encontraban en los estados confederados. Como resultado, Lincoln se encontró a sí mismo al mando de generales que no podían capitalizar las debilidades del ejército confederado.
Otra gran desventaja que sufrió el Norte fue el hecho de que estaban invadiendo un territorio desconocido. Los generales en el sur conocían el terreno y sabían cómo hostigar a las tropas de la Unión, mientras que los generales del norte no estaban familiarizados con el área. Los soldados del Norte también tuvieron que enfrentarse a un enemigo que tenía una moral muy alta porque estaban defendiendo sus hogares. Finalmente, los objetivos del ejército de la Unión, tanto políticos como militares, eran muy amplios y mucho más difíciles de lograr que los de los Confederados.
Todo lo que tenían que hacer los estados confederados era sobrevivir hasta el final de la guerra, mientras que el ejército de la Unión tenía que invadir, conquistar y luego someter al enemigo. Tuvieron que tomar el río Mississippi desde el sur para impedir las líneas de suministro del oeste. El Norte también tuvo que aislar al Sur de los comerciantes internacionales y detener la fabricación de suministros de guerra del Sur. Finalmente, el Norte tuvo que evitar que el ejército confederado invadiera el norte para eliminar la presión de las primeras pérdidas del Norte.
