El propósito de la Ley Británica del Té de 1773 era brindar apoyo económico a la Compañía de las Indias Orientales que estaba fracasando al permitirle vender su té abarrotado directamente a los colonos estadounidenses. Al contrario de la creencia popular, esta legislatura No propuso nuevos impuestos a los colonos.
A principios de la década de 1770, la Compañía de las Indias Orientales comenzaba a experimentar dificultades económicas. Se encontraron con un exceso de té que no podían vender a un mercado británico. En cambio, el Parlamento propuso que vendieran el té a las colonias americanas a un precio con descuento. Cuando los colonos se enteraron de esta oferta, algunos lo calificaron como una estrategia para obtener apoyo para los impuestos británicos. Además, algunos colonos estaban molestos porque los comerciantes británicos planeaban competir contra los comerciantes locales de té por negocios.
En respuesta a la Ley del Té de 1773, los colonos se negaron a comprar té a los comerciantes británicos. Los colonos de Filadelfia y Nueva York enviaron los barcos a Gran Bretaña. A los barcos que llegaron a Charleston se les permitió descargar, pero los colonos dejaron que las mercancías se sentaran en los muelles y expiraran. En particular, el gobernador real de Boston se negó a permitir que los barcos salgan del puerto de Boston. Esta acción llevó al infame Boston Tea Party y sirvió como el primer verdadero acto de desafío en la Revolución Americana.