Relajarse en una sala de vapor, o sauna, es una actividad que se realiza mejor con moderación. No hay una recomendación formal sobre la frecuencia con la que se debe usar una sala de vapor. La decisión descansa completamente en el individuo.
Las salas de vapor se establecen a varias temperaturas. Lo que es cómodo para una persona puede no serlo para otra. Sentarse en una habitación llena de vapor hace que el cuerpo se deshidrate. Las salas de vapor también contienen bacterias y hongos. Demasiada exposición a altas temperaturas puede tener efectos negativos en el cuerpo. La comodidad y la salud deberían tener en cuenta la frecuencia de uso de una sala de vapor.
Las personas que están embarazadas, tienen un problema cardíaco, presión arterial alta o toman ciertos medicamentos deben hablar con un médico antes de usar una sala de vapor.