Los holandeses obtuvieron el control del comercio del Océano Índico al crear una red de puestos fortificados que se extendían desde los Países Bajos hasta el Cuerno de África y más allá del continente de la India. Los holandeses utilizaron estos fuertes. Para proteger el envío y monopolizar el comercio de nuez moscada y canela.
Los comerciantes e inversionistas holandeses establecieron la Compañía de las Indias Orientales Holandesas en 1602 para crear un imperio colonial holandés y ayudar en el esfuerzo nacional de independencia de la Dinastía de los Habsburgo. La compañía actuó como representante del gobierno holandés en India y Asia. Los inversores utilizaron su propio capital para pagar los envíos mercantes y crear un servicio militar.
A partir de 1610, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales usó sus flotas y ejércitos navales para obtener puntos de apoyo en el Océano Índico. Para 1641, habían ganado el control de las principales fortalezas portuguesas y habían conquistado la isla de Ceilán. La empresa utilizó estos baluartes como almacenes para bienes comerciales y como puntos logísticos para maximizar el uso eficiente de los vientos dominantes.
Después de revolucionar la organización del sistema de comercio del Océano Índico y de monopolizar el comercio de especias, en 1720 la influencia de la Compañía de las Indias Orientales Holandesas en Asia comenzó a disminuir. La Compañía inglesa de las Indias Orientales obtuvo una gran parte del poder holandés y la utilizó para construir el Imperio Británico.