El primer paso para interpretar un análisis de orina es el análisis macroscópico, que examina el color, la claridad y la cantidad de orina, además de detectar sangre, sedimentos o precipitados, explica eMedicineHealth. Las anomalías indican ciertos tipos de afecciones o trastornos de salud. El siguiente es el análisis microscópico de una pequeña porción de la muestra de orina. Esto busca la presencia y la cantidad de glóbulos rojos o blancos, células epiteliales, otros elementos celulares o cristales anormales, que también proporcionan información de salud.
La orina normal es de color amarillo claro y transparente, y la orina de apariencia anormal puede indicar afecciones como deshidratación, infección o enfermedad hepática, afirma eMedicineHealth. La sangre visible puede ser una indicación de cálculos renales o cáncer del tracto urinario, y la orina espumosa indica otros problemas renales. Algunos medicamentos también cambian el color de la orina. Los laboratorios generalmente realizan también una prueba de la varilla de medición, buscando la presencia de glucosa, cetonas, bilirrubina, pequeñas cantidades de sangre y otros hallazgos anormales. Estos resultados pueden indicar condiciones metabólicas, infecciones u otros problemas, como enfermedad hepática.
En el examen microscópico, la presencia de glóbulos rojos y blancos puede indicar una infección del tracto urinario. Los glóbulos rojos también pueden significar cálculos renales, inflamación renal o algún tipo de trauma al sistema urinario, dice eMedicineHealth. La presencia de otras células o cristales apuntan a problemas renales, traumas o infecciones.