Texas fue originalmente parte de México, y unos 10 años después de obtener su independencia de México, Estados Unidos permitió que Texas se uniera a la nación. Se unió como territorio en 1844 y se convirtió en un país Estado en 1845.
México se independizó de España en la década de 1820. Cuando la gente se mudó al área de Texas, terminó siendo dominada por los estadounidenses, lo que llevó a los colonos a levantarse y ganar su independencia de México. Texas quería entrar a los Estados Unidos después de ganar la independencia. Los Estados Unidos retrasaron la entrada del territorio porque era un estado pro esclavista, lo que le daba más peso a la causa del Sur.
