Aunque se desconoce el inventor exacto del peine caliente, una mujer estadounidense llamada Annie Malone posee la primera patente sobre el diseño. Más tarde, el diseño fue mejorado por Madam CJ Walker, quien ensanchó los dientes del peine para trabajar mejor en el cabello negro.
El peine caliente se desarrolló inicialmente en Francia como un método para lograr un cabello fino y liso que imita el cabello histórico femenino de Egipto. El peine caliente está hecho de metal y se usa para alisar o alisar el cabello de las raíces. A partir de 2014, los peines calientes se pueden calentar a través de una fuente de calor separada o mediante el uso de electricidad.