Las llagas asociadas con la culebrilla no se rompen en el cerebro, pero la culebrilla puede afectar los nervios que conducen a la inflamación cerebral, que se conoce como encefalitis. Los síntomas de la encefalitis incluyen convulsiones, confusión, Señala la Clínica Mayo, problemas motrices o sensoriales, signos de tipo gripal y tratamiento médico.
Para confirmar que el virus activo en la culebrilla ha atacado los nervios que causan la encefalitis, es probable que un médico solicite varias pruebas, incluida una tomografía computarizada o una resonancia magnética para obtener una imagen del cerebro y determinar si se ha producido una inflamación. Una punción lumbar, o punción espinal, le da al médico acceso al líquido espinal. Los niveles elevados de proteínas y glóbulos blancos en este líquido, así como el virus del herpes zoster, que conduce a la culebrilla, indican la presencia de encefalitis. Los análisis de sangre también muestran el tipo de virus que causa la inflamación del cerebro, señala WebMD.
Aunque la encefalitis rara vez es potencialmente mortal, los casos graves ocurren con la frecuencia suficiente para que el tratamiento hospitalario sea necesario. Los medicamentos antivirales como el aciclovir ayudan a aliviar los síntomas y, dependiendo de otros síntomas, las personas también pueden recibir medicamentos para reducir la fiebre o el dolor y prevenir las convulsiones. Los casos severos requieren la colocación en un ventilador para ayudar con la respiración. El tiempo de recuperación después de abandonar el hospital puede durar varios meses o más, y algunas personas requieren fisioterapia o terapia ocupacional para lidiar con la debilidad muscular o la pérdida de memoria o del habla, según WebMD.