Las causas del líquido cefalorraquídeo incluyen lesiones en la cabeza, como efecto secundario de la cirugía, la colocación de tubos para medicamentos o una punción lumbar, según MedlinePlus. También es posible que la fuga ocurra espontáneamente sin una causa, pero la mayoría ocurre después de una cirugía o un procedimiento espinal.
Los síntomas de una fuga de líquido cefalorraquídeo incluyen un dolor de cabeza que empeora al sentarse y se relaja al recostarse, explica MedlinePlus. También es posible que el líquido cefalorraquídeo se filtre por la nariz o las orejas, aunque esto es poco frecuente. Los médicos diagnostican una fuga de líquido cefalorraquídeo mediante una tomografía computarizada, una resonancia magnética o una prueba de radioisótopos. Un médico también puede examinar el historial médico del paciente para determinar si los eventos en el historial pueden conducir a una fuga de líquido cefalorraquídeo.
Muchas fugas de líquido cefalorraquídeo mejoran sin tratamiento después de unos días, y los médicos a menudo recomiendan reposo en cama completo, afirma MedlinePlus. Beber líquidos sin cafeína puede ayudar a detener la fuga y ayudar con los dolores de cabeza. Si una persona tiene dolores de cabeza, los médicos recomiendan analgésicos, pero si dura más de una semana, el paciente debe ver a un médico para que intervenga. El médico puede realizar un procedimiento de parche de sangre, que ayuda a sellar la fuga. Aunque un parche de sangre funciona en la mayoría de los casos, si no lo hace, la cirugía puede ser un requisito para reparar la fuga.