Un recuento bajo de glóbulos rojos, más conocido como anemia, puede causar debilidad, fatiga, mareos, desmayos, falta de energía, piel pálida, ritmo cardíaco rápido o palpitaciones y dificultad para respirar. La anemia crónica en los niños puede causar problemas de aprendizaje y un mayor riesgo de infección, dice MedicineNet
Los síntomas de anemia de desarrollo lento incluyen dolores de cabeza; mal humor; sensación de debilidad o cansancio; y problemas para pensar o concentrarse. A medida que la condición empeora, la gama de síntomas se amplía e incluye piel pálida, uñas quebradizas, dolor de lengua, falta de aliento, mareos al ponerse de pie, color azulado en el blanco de los ojos y antojos de hielo o productos no alimenticios. Las diferentes formas de anemia pueden causar síntomas adicionales u otros, explica MedlinePlus.
El inicio de la anemia puede ser el resultado de tomar ciertos medicamentos, el embarazo o la destrucción de los glóbulos rojos antes de lo normal. Las enfermedades crónicas que pueden causar anemia incluyen cáncer, artritis reumatoide, enfermedad renal crónica o colitis ulcerosa. Los trastornos de la médula ósea que pueden causar anemia son leucemia, mieloma múltiple, linfoma, anemia aplásica o mielodisplasia. Algunos tipos de anemia pueden heredarse, según MedlinePlus.
El tratamiento para el recuento bajo de glóbulos rojos, como una transfusión de sangre, se dirige a la causa. La eritropoyetina es un medicamento que ayuda a la médula ósea a producir más células sanguíneas. Si el sistema inmunitario está destruyendo las células demasiado pronto, se pueden usar corticosteroides u otros medicamentos para suprimir el sistema inmunitario. Algunos pacientes pueden tomar ácido fólico, vitamina B12, hierro y otros minerales y vitaminas para tratar la enfermedad, señala MedlinePlus.