La membrana plasmática tiene varias funciones, incluida la separación de la célula de su entorno externo, el alojamiento de los receptores, la protección de la interferencia externa y la permeabilidad cuando es necesario. Otras funciones incluyen la adhesión, transducción de señales y aislamiento.
Una de las funciones principales de la membrana celular es compartimentarla de su entorno circundante. Mantiene el núcleo y otros compartimentos celulares separados del entorno acuoso que existe fuera de la célula. Al hacer esto, protege a las células de sustancias y moléculas que pueden ser dañinas. En algunos casos, es necesario que los elementos entren o salgan de la celda, por lo que la membrana permite la permeabilidad cuando esto ocurre.
El reconocimiento y la respuesta son dos funciones adicionales de la membrana. La membrana plasmática es a menudo el sitio donde se encuentran los receptores de una célula. Cuando una molécula del exterior reconoce este receptor, puede unirse a ella e iniciar una acción dentro de la célula.
Las acciones que tienen lugar dentro de la celda después del reconocimiento se denominan transducción de señales. Cuando las células necesitan adherirse entre sí, la estructura de la membrana también permite la adhesión celular. Otros marcadores en la célula incluyen aquellos que ayudan a otras moléculas y células a reconocerla e identificarla.