Los factores que afectan el pronóstico del linfoma en etapa IV incluyen el tipo específico diagnosticado, la rutina diaria, la edad, el nivel de lactato deshidrogenasa en la sangre y la extensión de la enfermedad, dice Healthline. El pronóstico para los linfomas de crecimiento lento considera los niveles de hemoglobina en la sangre.
Hay varios tipos de linfoma, con una distinción principal entre el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin o LNH, explica Healthline. Esta distinción inicial significa que el linfoma de Hodgkin en estadio IV y el LNH en estadio IV describen diferentes afecciones y, por lo tanto, pueden implicar diferentes pronósticos. Hay aproximadamente 60 subdivisiones adicionales de NHL, inicialmente divididas en dos categorías: células T y células B. La mayoría de los pacientes con linfoma tienen el tipo de células B. Todos los subgrupos de LNH se caracterizan además como indolentes o agresivos, según la rapidez con la que se propaga el cáncer.
Muchos de los síntomas tanto para el NHL como para el linfoma de Hodgkin son similares, como pérdida de peso, fiebre, aumento de la fatiga, picazón y sudores nocturnos, según Healthline. Cuando los linfomas presionan la vena cava superior o la tráquea, causan dificultad para respirar, tos y dolor en el pecho. Los linfomas en la zona abdominal causan pérdida de apetito, vómitos, náuseas, estreñimiento e hinchazón abdominal. Los tratamientos para el NHL y el linfoma de Hodgkin involucran varios regímenes de quimioterapia, y un trasplante de células madre puede considerarse para el linfoma de Hodgkin que no responde a la quimioterapia.