La configuración electrónica de un átomo se refiere a la manera en que sus electrones se organizan en las capas y subniveles orbitales del átomo, o subshells. La configuración orbital de los electrones de un átomo es un factor primario para determinar sus propiedades. La órbita electrónica más significativa en relación a cómo reaccionará el átomo con otros átomos es la capa más externa, o la capa de valencia.
Los electrones llenarán los orbitales de un átomo en un orden específico. Esto se debe a que cada electrón tiene una carga electrostática negativa que repele a los otros electrones. El átomo se esfuerza por encajar los electrones en una disposición que minimice el efecto de las cargas repulsivas. No más de dos electrones pueden ocupar el mismo orbital, y cuando dos electrones comparten un orbital, deben tener giros opuestos.
Las configuraciones electrónicas se pueden describir especificando el número de electrones que se encontrarán en cada una de las capas de electrones del átomo y dentro de los orbitales en los subniveles de esa capa. Los subniveles en una capa de electrones se indican como s, p, d y f. Estos subniveles orbitales y sus respectivas configuraciones electrónicas se reflejan en la tabla periódica de los elementos, que contiene un bloque s, bloque p, bloque d y bloque f. La configuración electrónica de un átomo se puede observar de tres formas: en un diagrama orbital, notación spdf o notación de gas noble.