Un núcleo de un átomo puede compararse con el sol de un sistema solar porque el núcleo, como el sol, es la parte más grande de un átomo y sus electrones orbitan a su alrededor, al igual que los planetas en un sistema solar Los átomos también pueden ganar o perder electrones de manera similar a cómo las estrellas pueden ganar o perder planetas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas áreas donde los átomos y los sistemas solares difieren. Las estrellas mantienen los planetas en órbita a través de la gravedad, mientras que los núcleos mantienen los electrones a través de las fuerzas nucleares. Además, los expertos a menudo enfatizan que los electrones no están en órbita de la misma manera que los planetas. La ubicación de un electrón es probabilística, por lo que no es posible saber exactamente dónde se encuentra en un momento determinado. De alguna manera, los electrones están en múltiples ubicaciones a la vez y solo existen en un punto específico si son observados o forzados a "elegir" una posición.
Sin embargo, los expertos todavía generalmente usan el modelo del sistema solar como un medio para hacer que los conceptos sean comprensibles. Dado que los átomos normalmente operan de manera diferente a los objetos que las personas encuentran a diario, las analogías los hacen comprensibles, y la analogía de la órbita ha sido popular a lo largo de los años.