Un soluto es una sustancia que se puede disolver en un líquido. Un ejemplo común de un soluto es la sal de mesa común, o NaCl. La sal se disuelve fácilmente en agua, que actúa como solvente.
El agua a veces se llama el solvente universal. Pero no todos los solutos son compatibles con todos los solventes, y el agua solo puede disolver los solutos polares. Por ejemplo, el agua, que es polar, no se mezcla con el aceite, que no es polar. La sal es iónica, lo que significa que es extremadamente polar y se disuelve rápidamente en agua, alcohol y otros solventes polares. Sin embargo, la sal no se disuelve en aceite o cloroformo, que son ambos no polares.
