Una forma de explicar cómo funcionan los diferentes orgánulos en una célula es pensar en la célula como una sociedad en miniatura. Dentro de sus muros hay fábricas, centrales eléctricas, un líder, una planta de empaque, un lugar de reunión central y estaciones de reciclaje. Todos trabajamos juntos para sostener a la comunidad.
La célula está protegida por su límite exterior, la membrana plasmática. Como una comunidad cerrada, la célula tiene guardias de seguridad que controlan a qué moléculas se les permite entrar y salir de la célula.
Los ribosomas son las pequeñas fábricas de la célula. Flotan por todo el citoplasma y crean proteínas. El retículo endoplásmico es el complejo de la gran fábrica y también fabrica proteínas. Algunas de estas proteínas se mantienen dentro de la célula y se convierten en ATP por las mitocondrias, las centrales eléctricas de la célula. Otros son transportados al aparato de Golgi.
El aparato de golgi es la planta de envasado. Separa los lípidos y las proteínas y los empaqueta en vesículas o paquetes. El tipo de paquete determina si el material permanecerá dentro de la celda o se enviará. Los lisosomas y los peroxisomas son las estaciones de reciclaje que descomponen y envían los residuos fuera de la célula.
El núcleo es el líder, que dirige la mayor parte de lo que sucede en la célula. Contiene el ADN o los planes de construcción necesarios para producir el mismo tipo de células.