La resistencia cardiorrespiratoria es una medida de la capacidad del cuerpo para absorber y usar oxígeno, así como crear energía para facilitar el movimiento muscular. La resistencia mejora con el ejercicio regular.
Mejorar la resistencia cardiorrespiratoria es el objetivo principal de los ejercicios cardiovasculares. Las personas con buena resistencia utilizan la mayor parte o toda la capacidad pulmonar disponible. También tienen sistemas saludables para convertir el oxígeno y el glucógeno en trifosfato de adenosina, o ATP, que se requiere para que los músculos se contraigan. La buena resistencia cardiovascular ayuda a proteger la salud del corazón, reduce el riesgo de problemas de salud graves como la diabetes tipo II, mejora la calidad del sueño, reduce los niveles de colesterol y mejora los niveles de condición física.