La resistencia aeróbica se refiere a la capacidad del cuerpo para transportar continuamente oxígeno a través de sus diversos sistemas durante largos períodos de tiempo. Al mantener el flujo de oxígeno, una persona puede hacer ejercicio continuamente durante períodos más largos De tiempo sin desgastar.
La resistencia aeróbica se basa en los sistemas respiratorios y cardiovasculares del cuerpo. El sistema respiratorio está formado por los pulmones, que son responsables del transporte de oxígeno que la nariz y la boca absorben a la sangre. El sistema cardiovascular, que incluye el corazón, las venas y las arterias, proporciona los medios por los cuales la sangre viaja a través del cuerpo, suministrando nutrientes y oxígeno.
La resistencia aeróbica es importante en todos los ejercicios y actividades atléticas. En los deportes de resistencia, como correr a distancia, el cuerpo debe poder suministrar sangre y oxígeno constantemente durante un período prolongado de tiempo. Para los deportes que requieren una acción explosiva durante un período de tiempo más corto, como el levantamiento de pesas o el fútbol, la resistencia aeróbica ayuda a que el cuerpo se recupere más rápidamente.
La resistencia aeróbica puede mejorarse realizando cualquier ejercicio aeróbico. Estos ejercicios se realizan típicamente en un nivel de intensidad moderada para duraciones prolongadas. El principio clave en esta forma de ejercicio es aumentar la frecuencia cardíaca de manera constante durante un cierto período de tiempo. Como resultado, el oxígeno se utiliza para quemar grasas y glucosa.