Las células se vuelven cancerosas debido a cambios en el ADN, según la Sociedad Americana del Cáncer. Los cambios en el ADN celular pueden hacer que una célula crezca fuera de control, formando nuevas células cancerosas que luego podrían invadir el tejido sano circundante y convertirse en cancerosas.
El ADN que se encuentra en cada célula del cuerpo es responsable de gobernar todas las acciones que realiza la célula, según la American Cancer Society. En una célula normal, cada vez que su ADN se daña, repara el daño o simplemente muere. En las células cancerosas, este comportamiento es diferente. En lugar de reparar el daño o morir, la célula continúa creando nuevas células anormales que el cuerpo no necesita. Como resultado, estas nuevas células tienen el mismo ADN dañado que las primeras y luego continúan dividiéndose y creciendo, y eventualmente forman una colección anormal de células llamada tumor. Con el tiempo, estos tumores pueden desplazar, invadir o empujar el tejido sano circundante a un lado, causando daños al cuerpo u órgano.
Algunas personas heredan el defecto en el ADN de una célula, afirma la Sociedad Americana del Cáncer. Sin embargo, la mayoría de los defectos en el ADN de una célula ocurren cuando la célula se divide o como resultado de factores ambientales, como fumar o la exposición excesiva al sol. Sin embargo, a menudo es raro saber qué causó que el ADN de una célula se dañara en primer lugar.