La meteorización biológica es el efecto que los organismos vivos, como las plantas y los animales, tienen en las rocas y otros objetos inanimados. Este fenómeno ocurre debido a la descomposición molecular de los minerales en la roca. Cuando se produce la meteorización biológica, el organismo vivo descompone la roca u otro objeto no vivo mediante la erosión mecánica o química o el uso de ambos.
Un ejemplo de meteorización biológica mecánica son las raíces de los árboles que crecen a través de una roca, separándola lentamente o rompiéndola en pedazos. Una vez que las raíces del árbol crean los orificios para que las raíces pasen, las raíces pueden extraer los nutrientes de la roca. Otro ejemplo es un animal que secreta un ácido o se abre camino en una roca al erosionar lentamente el espacio y deslizarse en él. Cualquiera de estos métodos funciona para disolver la roca con el tiempo. Los organismos como las bacterias, las algas y los líquenes segregan sustancias químicas que trabajan para derribar las rocas en las que viven. Esto permite la lenta disolución de la roca mientras el organismo aún extrae los nutrientes que necesita para sobrevivir desde la roca. Los organismos como el musgo, el liquen y las algas se encuentran principalmente cerca de fuentes de agua donde el clima es húmedo, húmedo y con sombra. En este tipo de clima, el organismo puede crecer sin impedimentos.