La convección es la transferencia de calor debido al movimiento de un fluido, como un gas o líquido, que lleva la energía térmica lejos de una fuente de calor. En cambio, la conducción se produce entre materiales en contacto entre sí sin ningún movimiento entre ellos. La convección es más eficiente que la conducción para la transferencia de calor porque el fluido que absorbe el calor en la convección se aleja de la fuente de calor y es reemplazado por un fluido más frío.
La convección se ve cuando el agua calentada en el fondo de una olla se expande, se vuelve menos densa y se eleva, siendo reemplazada por agua más fría. Esta circulación de fluido se conoce como una celda de convección y es la razón por la cual el aire caliente sube y el aire frío cae sobre una superficie caliente.
La conducción es responsable del calentamiento de la olla por su contacto directo con el elemento calentador de la estufa. Su causa es el movimiento de las moléculas en un material debido a su energía interna, conocida como calor. Estas partículas de movimiento rápido chocan con las más lentas con las que interactúan, transfiriendo energía a las moléculas más lentas. Este fenómeno también ocurre con la convección, ya que la energía se transfiere inicialmente de un objeto al fluido en movimiento a través de la conducción. Sin embargo, el movimiento adicional del fluido para alejar el calor de su fuente diferencia la convección de la conducción.