De acuerdo con MedlinePlus, la atrofia muscular deltoidea es una condición en la cual los músculos deltoides del hombro se desperdician o disminuyen, lo que ocasiona pérdida de fuerza o movimiento. Las causas de la atrofia muscular deltoidea incluyen envejecimiento, lesión, desuso, disfunción nerviosa, distrofia muscular o caquexia, un síndrome de desgaste.
Los deltoides son los músculos que forman la parte redondeada de los hombros. Estos son los músculos primarios que permiten que los hombros se muevan. Los dos tipos principales de atrofia muscular deltoidea son el desuso y la atrofia neurogénica.
La falta de actividad física provoca atrofia por desuso. Aquellos con trabajos sedentarios son propensos a la atrofia muscular, al igual que aquellos con condiciones médicas que inhiben el movimiento. Los astronautas pierden el tono muscular debido a la falta de gravedad en el entorno ingrávido del espacio. La atrofia provocada por la desuso de los músculos deltoides generalmente se puede curar con un programa de ejercicios supervisado.
La atrofia neurogénica, que implica una lesión o enfermedad en los nervios conectados a los músculos, es mucho más grave. Las causas de la atrofia neurogénica incluyen lesiones de la médula espinal, accidentes cerebrovasculares, quemaduras, neuropatía diabética, discos herniados, osteoartritis, túnel carpiano y enfermedad de Lou Gehrig. Si alguien tiene atrofia muscular deltoidea repentina, inexplicable o prolongada, se debe contactar a un proveedor de atención médica. Las pruebas para determinar la causa de la atrofia pueden incluir radiografías, tomografías computarizadas, electromiografía, resonancias magnéticas o estudios de conducción nerviosa. Los tratamientos a menudo incluyen terapia física, terapia de ultrasonido o cirugía.