El núcleo comienza el proceso de mantenimiento de la homeostasis celular al generar la proteína RNA o ácido ribonucleico, que se libera en el citoplasma de la célula. El citoplasma es la sustancia gelatinosa que mantiene todos los orgánulos en su lugar. El ARN es recogido por los ribosomas, que replican la proteína según sea necesario.
La homeostasis es el proceso de mantener un ambiente interno constante. La membrana celular juega un papel importante en esto al permitir que los químicos y las proteínas entren y salgan de la célula. Es el núcleo el que gobierna cómo se comportan los orgánulos o estructuras celulares internas.
Los ribosomas que flotan libremente crean proteínas que permanecen dentro de la célula. Los ribosomas unidos al retículo endoplásmico, la "super fábrica" de las células, a veces se almacenan o comparten con otras células.
Cuando una célula se vuelve demasiado grande, la homeostasis se ve amenazada. El citoplasma crece más rápido que la membrana celular, y la solución es que la célula se divida. Esto desencadena un aumento en la producción de ARN por el núcleo y la producción de proteínas por los ribosomas.
La inhibición por contacto evita que una célula se divida más de lo necesario, lo que podría amenazar la homeostasis. Una vez que las células divididas se quedan sin espacio, se envía un mensaje al núcleo para reducir la producción de ARN, deteniendo el proceso de división.