Los geólogos describen la actividad sísmica como una onda elástica que viaja a través de la Tierra después de un terremoto u otra perturbación geológica. La actividad sísmica abarca la frecuencia, el tamaño y el tipo de terremoto, según la Comisión Preparatoria para la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que controla la actividad sísmica en todo el mundo.
La actividad sísmica es el resultado no solo de los terremotos, sino también de los volcanes y la actividad humana, como las explosiones. Los sismólogos utilizan la escala de Richter para medir la magnitud de los terremotos, volcanes y otras actividades sísmicas en todo el mundo. Los sismómetros detectan la presencia de actividad sísmica. La Comisión Preparatoria de CTBTO informa que los sismómetros sensibles son capaces de recoger actividad de una persona que pisa fuerte.
La advertencia de tsunami por SMS indica que hay dos tipos principales de actividad sísmica, las cuales comienzan en el epicentro de un terremoto y viajan hacia el exterior de manera similar a las ondulaciones en un estanque. Las primeras son las ondas corporales, que viajan a través del interior de la Tierra. El segundo tipo, las ondas superficiales, viajan a lo largo de la superficie del planeta. Las ondas superficiales, que llegan después de las ondas corporales, causan la mayor destrucción de edificios, carreteras, puentes y otras estructuras. Como regla general, las ondas superficiales no son generadas por terremotos profundos. Sin embargo, son rápidos y pueden viajar a través de granito a una velocidad de hasta 2 millas por segundo.