El Protocolo de Montreal es un tratado de 1987 entre naciones reconocidas por la ONU para eliminar el uso de productos químicos que agotan el ozono, como clorofluorocarbonos, tetracloruro de carbono y metilcloroformo. El tratado se enmendó en 1990. y 1992.
El ozono es un compuesto que consta de tres átomos de oxígeno unidos entre sí. La mayoría de estas moléculas existen como una capa en la estratosfera que cubre la Tierra. La capa de ozono absorbe gran parte de la dañina radiación ultravioleta proveniente del sol, especialmente la UV-B. Además de su función protectora, el ozono aísla la Tierra, evitando que el calor se escape al espacio.
El uso de productos químicos que agotan la capa de ozono destruye las moléculas de ozono. Debido a la evidencia científica que señala el adelgazamiento de ciertas partes de la capa de ozono en todo el mundo, las naciones del mundo se unieron para tratar de preservar la capa de ozono a través del Protocolo de Montreal.