La partícula subatómica con una carga negativa es el electrón. Esta partícula se identificó por primera vez en 1897.
Los electrones desempeñan un papel importante en la determinación de la reactividad de un átomo. La reactividad, que se refiere a la capacidad de un átomo para formar enlaces con otros átomos, está determinada por el número de electrones que un átomo tiene en su capa externa. Los átomos con ocho electrones en la capa externa no reaccionan con otros átomos, haciéndolos estables. Los átomos con uno, dos, tres o siete electrones en la capa externa son los más reactivos.
Los enlaces químicos se forman entre los átomos que abandonan, ganan o comparten electrones, formando compuestos estables. Por ejemplo, el cloruro de sodio se forma cuando el sodio cede un electrón y el cloro gana un electrón.